Siempre que salía de mi casa y pasaba por esa bodega lo veía, ahí estaba él, con los ojos tristes y el pelito despeinado, como si no fuera de este mundo, como si le faltara algo o alguien. Él se llama Dycon lo recogí hace 1 año, estaba abandonado en esa vieja bodega. Enfermito de anemia, con muchas garrapatas y pulgas, sucio, sí muy sucio; maltratado, una lesión en una patita; pero feliz, feliz por haberme encontrado! Ahora tiene todas sus vacunas en regla, y una familia q lo conciente y lo ama. Él es el pequeño de la casa, no es nuestra mascota, es un miembro más de este hogar; la alegría de la casa. Me cambio la vida, me enseñó a amar con sinceridad.
Rescata una vida, cambia la tuya.
