![image 2](https://i0.wp.com/bacuba.org/wp-content/uploads/2023/04/image-2.png?resize=400%2C267&ssl=1)
Por Laura Menéndez de la Torre
¿Qué es la toxoplasmosis?
¿Cómo se produce el contagio del Toxoplasma Gondii en el ser humano?
Una de las problemáticas más discutidas respecto a los gatos es el vínculo que pueden tener con la toxoplasmosis y su convivencia con mujeres embarazadas. Una gran parte de los abandonos de gatos que se reportan se debe al miedo y al desconocimiento ante la relación que tienen los gatos con las mujeres embarazadas. Sobre los mitos que se han creado alrededor de esta relación estaremos hablando en este artículo.
La toxoplasmosis es una infección causada por el parásito Toxoplasma Gondii y pertenece al grupo de enfermedades conocidas como zoonosis, o sea, es una enfermedad que se transmite de animales a humanos. El portador ideal de este parásito es el gato, dentro del cual puede desarrollarse y llegar a su estado adulto. Sin embargo, no es el único ser vivo que puede albergar al T. Gondii.
¿Cuáles son los principales síntomas de la toxoplasmosis y los posibles peligros para una mujer embarazada?
Contrario a lo que muchos creen, los gatos no son la única fuente de posible contagio de la toxoplasmosis. Los animales de granja también pueden ser portadores de este parásito y el consumo de su carne mal procesada puede llevar a un contagio. Además, las frutas y verduras que no se hayan lavado apropiadamente, así como el consumo de agua que pueda estar contaminada pueden llevar a la infección.
Es posible protegerse de la enfermedad de forma sencilla…
En el caso de los gatos, el medio de contagio son sus heces, en las que pueden encontrarse los huevos del parásito (se debe anotar que, contrario a la creencia general, el pelo de gato no causa toxoplasmosis ni presenta un riesgo para las embarazadas). Es importante anotar que un gato puede ser portador de toxoplasmosis y, sin embargo, no presenta síntomas de la enfermedad, además, un gato casero tiene menos probabilidades de portar el parásito que uno callejero que come pequeños animales en la calle o carnes en mal estado. El contacto con las heces del gato, que puede ocurrir mientras limpiamos su caja de arena o hacemos jardinería en un área que los gatos suelen frecuentar, es lo que provocaría el contagio en el ser humano.
La mayoría de las personas que se infectan de toxoplasmosis no presentan síntoma ninguno y su cuerpo genera anticuerpos que combatirán en lo adelante la enfermedad. Aunque es muy difícil diagnosticar la toxoplasmosis, alguien recientemente afectado puede presentar fiebre, dolor de cabeza o dolores musculares, glándulas inflamadas o rigidez en el cuello. Si esto sucede siempre es importante consultar con un especialista de la salud para que indique el procedimiento a seguir. El principal miedo con esta enfermedad, y por tanto con la presencia de un gato en una casa en la que viva una mujer embarazada, es el daño que puede causar el parásito al feto.
Si una mujer se contagia de toxoplasmosis durante su periodo de gestación tiene posibilidades de transmitir la enfermedad al bebé, pues el T. Gondii es capaz de traspasar la placenta. Una infección como esta puede provocar severos daños neuronales, perdida de la audición o ceguera. Incluso con el paso de los años los síntomas podrían presentarse en el bebé.
La toxoplasmosis es, indudablemente, una enfermedad que puede provocar miedo en las futuras madres y, por tanto, desconfianza en sus mascotas felinas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la mayoría de los contagios del parásito Toxoplasma Gondii se deben al consumo de alimentos poco o mal procesados y no al contacto con gatos. Se tiende a pasar por alto este hecho tan importante, lo que lleva a muchos abandonos innecesarios durante los embarazos.
Mantener una higiene adecuada es la forma más sencilla de prevenir el contagio de la toxoplasmosis. La principal vía de prevención es lavarse las manos con regularidad, al llegar de la calle o estar en contacto con lugares que pudieran estar infectados (como huertos). Cocinar adecuadamente las carnes y lavar las frutas y vegetales, así como tomar agua solo de fuentes confiables también previenen el contagio. Es necesario que los niños en casa aprendan sobre la importancia de lavar sus manos y mantener una higiene adecuada, pues no es inusual que jueguen fuera de casa y se lleven las manos a la boca.
Si tienes gatos en tu hogar debes saber que es posible que tu mascota no sea portadora del T. Gondii. Sin embargo, siguiendo unas pocas medidas de seguridad podrás eliminar cualquier posibilidad de contagio. Es importante limpiar la caja de arena de tu gato diariamente, lo que previene una posible infección incluso si tu gato es portador del parásito. Usa siempre guantes al momento de limpiar el arenero y lávese las manos con jabón y agua tibia al terminar. Si tienes cajas de arena fuera de casa lo ideal es taparlas para evitar que otros gatos la usen y puedan contagiar a tu mascota (esto no elimina la necesidad de limpiar diariamente cada una de las cajas). Es muy importante evitar alimentar a tu mascota con carne cruda, especialmente de res, pues es posible que esté infectada con T. Gondii. Aunque sea difícil, es conveniente evitar el contacto entre tu mascota casera y los gatos callejeros, así como tener un cuidado extra si se adopta algún gatito callejero nuevo.
Las medidas no son difíciles de seguir y evitan el contagio de la enfermedad, así como el abandono o el rechazo de tu mascota.