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Photo by Tj Holowaychuk on Unsplash

Por: Beatriz Batista y Javier Larrea

Un Doble Juego en su historia, dos Habanas en su alma e infinito amor por los animales que solo encuentran refugio en un ser tan místico y real como Mónica Alonso. Reconocida actriz de teatro, cine y televisión. Madre de Habana y Tofu, quienes la salvan a diario. Vegana por convicción. Con los pies en España y el corazón en Cuba, Mónica habla cual dádiva, por los que no tienen voz.

¿Siempre has sido amante de los animales? ¿De dónde viene tu amor por ellos?

Sí, siempre he sentido mucha empatía por ellos (los animales), pero el amor por los demás viene en nuestro código genético… Aunque tengamos características diferentes, en la base somos sorprendentemente parecidos. Yo lo he experimentado con mi hija y lo veo en los demás niños, a quienes me gusta observar y de los que aprendo cada día ya que son puros, no están permeados por nada y reaccionan a la relación con otras especies de una manera sumamente orgánica, en un ciclo de amor y respeto.

¿Cuál fue tu primer animal de compañía? ¿Algún recuerdo especial que nos quieras compartir?

Bueno, recuerdo que el primer animal de compañía que tuve fue un pastor alemán. Mi madre suele contar una anécdota sobre nuestro primer encuentro. Ale, que era como se llamaba, solía estar en la planta de arriba pues fue un perro que adoptamos con muchos traumas debido a sus cuidadores anteriores; tenía problemas para relacionarse con personas, se ponía nervioso y, a veces, hasta agresivo. Una mañana -tenía 2 años de edad- desaparecí de la vista de todos y resulta que estaba arriba acariciando a Ale mientras él me pasaba la lengua por la cara… Así nos encontró mi madre y fue como nos conocimos Ale y yo.

Si pudieras ser un animal, ¿cuál serías?, ¿por qué?

Te diría que un perro o perra, en este caso (risas), pero me llaman mucho la atención las ranas. Mis hermanos Mauricio y David aún me dicen Ranita. Ese mote me lo puso Pipo cuando era muy pequeña, un señor que fue como un padre, me vio nacer y me ayudó a ser feliz.

En el antiguo Egipto la rana estaba asociada a Haket, la diosa benéfica, símbolo de la vida y la fertilidad. Cada mañana asistía al nacimiento del sol y en su jeroglífico se representan dos ranas. Los anfibios, además, suelen cambiar de piel una vez a la semana y yo lo asocio con mi carrera y con la vida en sí: la necesidad de cambiar de piel para volver a ti mismo; esa renovación de su propia naturaleza me resulta fascinante.

¿Actualmente tienes animales? Cuéntanos un poco sobre él/ellos. ¿Qué aportan a tu vida?

Sí, tengo un perro llamado Tofu (adoptado). Más que una mascota es un compañero, de hecho, no me gusta utilizar el término “dueña”, me gusta pensar que es libre y que está a mi lado porque se encuentra a gusto. Hace sumamente feliz a mi hija, ya con esto te lo digo todo, y ella a él, en consecuencia, eso me hace feliz a mí. Le hablo mucho, bailamos, a veces me parece que hacemos terapia juntos, es un gran compañero de yoga y me saca a dar paseos por el campo. En ocasiones, parece que se va a arrancar a hablar, pero solo con sus miradas me aconseja y me ha salvado un montón de veces.

Uno de los puntos a tratar en el cronograma legislativo en noviembre de 2020 es la aprobación de un Decreto-Ley de Bienestar Animal en Cuba, ¿crees que sea necesario para nuestro país? ¿En tu opinión cuáles temas no se deben dejar
En muchos países del mundo, los artistas encabezan campañas de bien público
En una ocasión me comentaste que eres
vegetariana, ¿esto está relacionado a tu amor por los animales? ¿Para que
¿Crees que, actualmente, en la televisión y el cine cubano, se toma en cuenta
En muchos países existen entidades encargadas de rescatar a los animales
¿Qué mensaje trasmites para todos los protectores y amantes de los animales que siguen y admiran tu trabajo? callejeros, llevarlos a refugios temporales y luego darlos en adopción responsables. En Cuba existe Zoonosis,
institución que recoge a los animales callejeros y de 48–72 horas, si no son reclamados por sus dueños, los sacrifican ¿Qué opinas de ello? el derecho de los animales y la lucha contra el maltrato animal en Cuba? ¿Qué otras iniciativas podrían llevarse a cabo en estos medios para concientizar a las personas? una persona se denomine “animalista” debe dejar de consumir carnes, por qué? en contra del maltrato animal. En Cuba son escasos los ejemplos que podemos
señalar en este sentido, ¿a qué crees que se deba? de incluir?

¡Por supuesto! Hasta hoy no entiendo la vida sin igualdad de derechos, ya sea de género, de especie, etcétera. En el caso de los animales, creo que deberíamos confiar mucho más en nuestros instintos naturales, deberíamos ser más protectores, compasivos y empáticos. Yo estoy al tanto del trabajo importantísimo que está realizando mucha gente como Grettel Montes de Oca, la comunidad animalista de Cuba, CeDA… El activismo a favor de leyes que defiendan los derechos de estos seres que no tienen voz es de un valor incalculable para avanzar hacia una sociedad más justa. Creo que debería prohibirse la compraventa de mascotas, fomentar la adopción responsable, vigorizar el código penal por el maltrato animal, poner fin a los espectáculos con animales… y un largo etcétera.

Supongo que dadas las carencias básicas que hay en Cuba, el tema del derecho animal no ha sido una prioridad o una necesidad ni estatal ni social. Esto nos ha hecho ir con mucho retraso a nivel mundial en este sentido, por tanto, hay que ponerse las pilas y cada gremio o persona o institución que aporte su grano de arena o su moneda de oro. ¡Todo suma!

Sí, soy vegana y ello está estrechamente ligado a mi amor y sobre todo al respeto por los demás. No es una dieta ni una religión ni una secta, es una filosofía de vida. No como animales ni uso cosméticos que estén testados en animales. Todo esto me hace sentir un poquito más libre en una sociedad cada vez más manipulada. Además, pienso que padecemos de una especie de ignorancia voluntaria: no queremos saber de dónde viene lo que comemos para seguir comiéndolo. Si nos informáramos más de lo que sucede con la ganadería a nivel mundial y de cómo malviven (maltratados) esos animales y de cómo mueren, seríamos más los vegetarianos en el planeta o, al menos, disminuiría grandemente el consumo de proteína animal.

De momento, a nivel físico me siento mejor que nunca, para el medioambiente (nuestra casa y la de nuestros nietos) es lo mejor, y evitamos mucho sufrimiento y dolor. Al menos yo, con estas pautas de vida, soy intensamente feliz.

Bueno, creo que en Cuba siempre que han querido hacer hincapié en algo a través de fuertes campañas lo han conseguido. Como bien dices, en cualquier parte del mundo, ya sean deportistas de élite, artistas, etcétera, ellos suelen llevar estos mensajes a las masas, entonces es el gobierno quien debería apoyar con fuerza un movimiento tan justo como este y ya no solo a nivel promocional, sino a niveles jurídicos. Así que respondiendo a tu pregunta: no, no con el ahínco necesario.

No me sorprende en absoluto, pero sí me preocupa mucho que no existan actualmente unas leyes que regulen este tema y aún más que se haya normalizado de esta manera. Es un acto tremendamente horrible, insensato y cruel.

No se desanimen nunca que estamos ante una revolución: el amor hacia los demás forma parte esencial de la educación de nuestros valores como sociedad. Es un camino largo y áspero, a veces solo convives con la impotencia, pero en los escasos momentos en que podemos gozar de alguna gotita de justicia se es intensamente feliz.
Esta, como cualquier otra revolución, lleva mucho tiempo y energía para que se genere lo soñado. Decía Sócrates que algo bien razonado nunca podrá salir mal.